UTOPÍA PREHISPÁNICA

UTOPIA PREHISPANICA

No es raro en nuestra actualidad, escuchar tesis e ideas sobre la américa prehispánica, que poco más y la comparan con un Edén hasta antes de la llegada de los malvados españoles, quienes con su oscurantismo e ignorancia llegaron a cubrir de tinieblas un mundo tan bello, tan armónico como lo era la américa prehispánica. Sin embargo, magna es la retórica con que tales postulados han de sostenerse, y poca la rigurosidad histórica que persiste en ellos una vez que son sometidos a pruebas y demostraciones. Tal es la situación en la que nos encontramos hoy en día. Y semejantes fenómenos históricos, a mi modo de ver, han conseguido plegarse a un campo más íntimo todavía, a saber, el campo de los fenómenos psicológicos. Con lo cual, se ha conseguido lo impensable: que hoy en día, cualquier argumento sea bueno con tal de atacar a España y su legado imperialista. Lo mismo, que todo argumento aparezca malo cuando intenta, así sea de forma mínima, defender o alabar la memoria imperialista de España. Y esto, gracias a una Leyenda Negra que ha difamado los vestigios históricos del Gran Imperio, y que ha dañado su recuerdo en cada uno de sus herederos. Es así que, hoy en día, cualquier argumento es bueno si lo que intenta es defender el legado prehispánico y malo si defiende lo hispánico.

No obstante, cabría destacar a todos quienes conciben la américa prehispánica como una utopía, que dicha “américa” (pues américa, como tal, existiría desde la llegada de los españoles) era violenta, sanguinaria y estaba sometida a una perpetua guerra de tribus. Con lo cual, no existió jamás tal cosa como unos indígenas prehispánicos respetuosos entre sí, siempre en armonía y completamente respetuosos a la vida del prójimo. Pruebas las hay de sobra. No es raro para nadie el canibalismo, los genocidios ritualistas propios de muchas de las sociedades tribales prehispánicas, y así, un sinfín de barbaridades en las cuales participaban activamente los imperios americanos prehispánicos. Así pues, paradójico resulta que se critique y se difame a los españoles por “violadores, saqueadores y asesinos”, cuando también eran violadores y saqueadores y asesinos los indígenas prehispánicos. De ese modo, tal cual rezan muchos memes: lo que se repudia no son los asesinatos, ni las violaciones ni los saqueos; lo que se repudia es ser español.