SOBRE LA DEFINICION RIGUROSAMENTE ESPECIFICA

La definición es el enunciado total que describe lo propio de un objeto especifico. Una definición siempre será un enunciado, con lo cual, este enunciado está compuesto de partes, que son términos de la definición. Pero, así como está compuesto de términos, deberemos comprender que estos términos están asociados por relaciones que no son arbitrarias sino dadas en función de lo propio del objeto definido. Por lo cual, no podremos decir que la definición tiene como parte única los términos, ya que, si estos se relacionan arbitrariamente, no hay entonces definición. De modo que la definición implica tanto a los términos que la delimitan y las relaciones que la conforman. Pensemos en las definiciones como formas, en las cuales, los términos serían los puntos, y las líneas las proposiciones derivadas de esos puntos ya intersectados. Luego, es necesario tener puntos y líneas para establecer una forma, así como es necesario tener términos y proposiciones ordenadas para establecer una definición. Finalmente, diremos que la definición es una totalidad cuyos términos y cuyas relaciones delimitan lo propio y característico del objeto definido.

Un término es una palabra que delimita el objeto descrito. Así como un término en geometría serían los limitantes de una línea, un término en la definición es la palabra limitante del objeto, reconociendo, por supuesto, que "casi" toda palabra delimita al objeto porque no significa más de lo que en sí significa. Esto es: de casa no se piensa otra cosa que una casa física; de gato no se piensa otra cosa que un gato biológico. Pero he dicho que casi porque esto solo aplica con términos unívocos. Ya que una palabra que es equivoca puede tomarse en muchos sentidos. Y luego, si se define con términos equívocos podría entenderse al objeto de un modo muy confuso y carente de rigor especifico. Por ejemplo, si definimos “hombre” como el que “es”. Sin duda, el hombre es, no obstante, el hecho de que sea no significa que este rasgo de él pueda entenderse como únicamente propio de él. ¿Cómo podemos decir que lo que define y distingue al hombre es que sea? ¿Acaso una planta no es también? Finalmente, si decimos que la definición es lo propio y distintivo del objeto individual que definimos, ¿cómo podremos definir con algo común a varios seres distintos? Es obvio que la existencia no es la definición de hombre porque no es propia de él. Luego, cabría determinarlo con mayor precisión. Si decimos que el hombre es un ente biológico, es correcto, pero todavía no hemos llegado a la definición exacta y especifica del hombre, puesto que también una vaca o una bacteria es un ente biológico, y no por ello son hombres. Luego: lo biológico no es propio del hombre, porque también es propio de otros animales y seres vivos, de modo que siendo común a otras especies de animales que no son el hombre, no podemos decir que el ser viviente sea la definición especifica del hombre. Finalmente, podremos decir que el hombre se define como animal, cosa que tampoco es del todo correcta por la equivocidad de la palabra “animal”, y es que obviamente, este término es común a otros seres que no son el hombre. Por tal, el significado de la palabra animal no abarca exclusivamente al hombre, de modo que no se restringe a él. Y la definición necesariamente se restringe al objeto que define. Luego, en un último intento, recurramos a la biología y definámonos como nuestra especie en sí: homo erectus. En efecto, caminamos erectos y eso es propio del hombre exclusivamente. Hemos llegado a una definición del hombre especifica. Sin duda, definir al hombre como el que camina erguido es correcto, porque sin duda semejante característica es propia del hombre y no de ninguna otra especie animal conocida.

Ahora bien, una duda que me parece interesante, es si resulta posible definir de modo distinto un mismo objeto, sin que necesariamente estas definiciones se contradigan entre sí, sino que cada una agarra al objeto, por decirlo de algún modo, desde su perspectiva particular y trabaja con ella, dedicándose a definir lo que conoce del objeto; mientras que otro, se dedica a definir el mismo objeto solamente que desde otra perspectiva particular, que tampoco sería incorrecta. Pero veamos esto en un ejemplo para hacerlo más claro. Habiendo definido al hombre como el que camina erguido, y estando correcto en esto, intentemos descubrir otro rasgo inherente al hombre que no sea el caminar erguido, por ejemplo, el ser un animal ridículo, ósea, un animal capaz de hacer reír. He aquí una nueva definición de hombre que también es correcta, porque en efecto, el ser un animal capaz de hacer reír intencionalmente es algo propio y exclusivo del hombre, luego, no es común a ninguna otra especie animal conocida. Pero, ¿le refuta esta definición a la anterior, o de algún modo la contradice? ¡En absoluto! Ni una definición refuta a la otra, ni ésta a la primera. Trabajan con atributos exclusivos del hombre que son distintos, pero que no por ello se eliminan mutuamente, de modo que podamos afirmar que una definición contradice a la otra. Esto es: un mismo hombre puede caminar erguido y hacer reír. Luego: no hay contrariedad entre ambas definiciones, sino que mutuamente se corresponden para conformar al hombre en su totalidad. De aquí, concluimos que es muy posible que existan multiplicidad de definiciones para un mismo objeto, y, además, que el hecho de que haya varias definiciones para una misma cosa no implica necesariamente que estas definiciones se contradigan entre sí. Únicamente significa que la multiplicidad de caracteres exclusivos del objeto definido, posibilita la multiplicidad de definiciones trabajadas sobre él.

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