LIBERTAD DE Y LIBERTAD PARA
Cuando se habla de libertad, ordinariamente se habla de manera muy oscura debido a la equivocidad del término implicado, como resulta muy frecuente hoy en nuestros días tan extraños, por eso, quiero aclarar un poco las cosas. La mayoría de las veces, se habla del ser libre como algo que presupone aquello que condena a no ser libre. Como el prisionero que dice “quisiera ser libre de la cárcel”. Luego, el que habla de libertad de esta manera, necesariamente habla de algo que le condena a no serlo, de aquí que surja su deseo de ser libre. En otros casos, que quizá no sean tantos, se habla de libertad para hacer algo que no podríamos hacer de no tener la potencialidad de hacerlo, por ejemplo, el conocimiento, o la riqueza. Soy libre para adquirir carros cuando tengo la potencialidad implícita para hacerlo, ósea, el dinero. Soy libre para leer, cuando tengo el conocimiento para hacerlo.
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